La verdad es que el año había empezado con mal pie. Y en algunos sentidos no parecía que fuera a mejorar.
Peeeeero, al final sí lo han hecho. Y menos mal.
Sinceramente, he estado a punto de (perdón por la expresión) enviarlo todo a la mierda y pasar página. Pero cuando crees que algo vale la pena de verdad no puedes hacer eso.
Y en mi caso tengo la certeza de que lo vale. Y mucho más de lo que se cree. Y es por eso que, a pesar de todos los consejos que me ha dado la gente que tengo a mi alrededor (muchas gracias a tod@s, sobretodo por aguantar mis penas y lamentaciones), decidí en su momento esperar y tener paciencia.
Obviamente, me podía haber equivocado y haberme dado de morros contra un muro, pero, no sé porque, siempre he tenido la sensación que al final todo se iba a arreglar, incluso en los peores momentos, cuando realmente pintaban bastos.
Y, ¿sabéis qué? Me alegro de no haber estado equivocado. Y no por el hecho de tener razón y ser el más listo de la clase, sino porque eso desemboca en una gran oportunidad en mi vida. Y intentaré no desaprovecharla.
Por supuesto, tengo que decir que soy consciente de que me queda un largo camino por recorrer. Y que voy a tener que seguir al pie del cañón, más incluso que antes. Y me alegro de ello, porque espero que ese largo camino esté lleno de vivencias que pueda disfrutar y me ayuden a crecer como persona.
Este puede ser un buen punto de inflexión en mi vida... junto con el final de mi maldito y eterno amigo, el PFC. Unas cosas vienen y otras se van!
Peeeeero, al final sí lo han hecho. Y menos mal.
Sinceramente, he estado a punto de (perdón por la expresión) enviarlo todo a la mierda y pasar página. Pero cuando crees que algo vale la pena de verdad no puedes hacer eso.
Y en mi caso tengo la certeza de que lo vale. Y mucho más de lo que se cree. Y es por eso que, a pesar de todos los consejos que me ha dado la gente que tengo a mi alrededor (muchas gracias a tod@s, sobretodo por aguantar mis penas y lamentaciones), decidí en su momento esperar y tener paciencia.
Obviamente, me podía haber equivocado y haberme dado de morros contra un muro, pero, no sé porque, siempre he tenido la sensación que al final todo se iba a arreglar, incluso en los peores momentos, cuando realmente pintaban bastos.
Y, ¿sabéis qué? Me alegro de no haber estado equivocado. Y no por el hecho de tener razón y ser el más listo de la clase, sino porque eso desemboca en una gran oportunidad en mi vida. Y intentaré no desaprovecharla.
Por supuesto, tengo que decir que soy consciente de que me queda un largo camino por recorrer. Y que voy a tener que seguir al pie del cañón, más incluso que antes. Y me alegro de ello, porque espero que ese largo camino esté lleno de vivencias que pueda disfrutar y me ayuden a crecer como persona.
Este puede ser un buen punto de inflexión en mi vida... junto con el final de mi maldito y eterno amigo, el PFC. Unas cosas vienen y otras se van!
Saludos...
It's My Life - Bon Jovi
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