martes, 15 de enero de 2008

Rectificar es de sabi@s...

Esta mañana he tenido una conversación que me ha hecho estar reflexionando sobre el tema de las elecciones que hacemos en la vida.

Muchas veces se nos plantean situaciones en las que tenemos que hacer una elección. O mejor dicho, tomar una decisión (aunque al final la línea que separa estos dos conceptos, si es que la hay, es más bien estrecha).
Y claro, en el momento, y no siempre de forma sencilla, la tomamos. Pensamos en todas las posibilidades. Lo vemos desde todos los ángulos que se nos ocurren... y decidimos.
Si la decisión es acertada (qué difícil es definir el concepto de acertad@...) no habrá problemas y todo irá bien.

Pero, ¿y si no es acertada? ¿Y si por alguna razón aparecen elementos que no habíamos tenido en cuenta que hacen cambiar la perspectiva? ¿Y si, sencillamente cambiamos de opinión?...
¿Qué debemos hacer en este caso?
En mi opinión las opciones son dos:
  • Negar el error, es decir, autoconvencernos de que ha sido lo correcto. Esta opción es peligrosa, ya que nos estamos engañando a nosotros, e intentamos hacer lo mismo con el resto de gente. Y lo peor es que al final nos acabamos creyendo que la decisión era la mejor y olvidamos que no lo era, con lo que dejamos de atender a cualquier razonamiento que diga lo contrario.
  • Aceptar el error e intentar rectificarlo y corregirlo. Creo que siempre que se pueda volver atrás una decisión errónea, ésta sería la mejor opción. La razón es sencilla, las cosas que están mal hechas hay que rehacerlas bien, para que todo funcione correctamente. Y si podemos solucionarlo, ¿por qué no hacerlo?
Supongo que tod@s conocemos muchos casos de ambas opciones. Personalmente he sido protagonista de decisiones de ambos tipo (tomadas por mi, claro). Y os tengo que decir que al final me he acabado arrepintiendo de las primeras...

Sin duda alguna, Rectificar es de Sabios.

Qué vida más dura!!!


It's a Hard Life - Queen

domingo, 13 de enero de 2008